Montañas nevadas Islandia es otro artículo de Jordi Pujolá.
Y coche facilitado por Avis Islandia.
Para empezar, mira to lo que puedes hacer en Islandia. Te sorprenderá.
Montañas nevadas de Islandia
Si os gusta la naturaleza, cuando veáis el video os emocionaréis.
¿Por qué?
Porque la montaña no os pide nada y lo da todo. Os deja subir por sus barbas, jugar con la nieve, disfrutar de las vistas, el silencio y el aire puro.
Hablando de vistas. Mirad las aguas quietas del fiordo. Y el cielo parece infinito. En resumen, sientes lo mismo que cuando ves una estrella fugaz, aurora boreal o el amanecer.
¿Por qué no nos conformamos con eso? ¿Por qué tenemos que urbanizarlo todo?
Uno de los motivos por los que emigré a Islandia y ya no regresé a España es por el privilegio de vivir en una isla de Europa con tan pocas ciudades (y habitantes) y desbordante naturaleza.
En consecuencia, Islandia es de los pocos países civilizados donde todavía la naturaleza está al mando.
Un país de montañas nevadas, volcanes y glaciares
Asimismo, aquí tenemos muchas montañas, volcanes, glaciares, fiordos, fuentes termales, zonas sísmicas, etc
Un consejo muy importante para viajar a Islandia es mirar siempre la previsión del tiempo. Los islandeses son muy bravos, pero os garantizo que si tienen que aplazar un viaje lo hacen. En otras palabras, están acostumbrados.
No hablo de la lluvia normal y corriente. En Islandia llueve muchísimo. Si se tendrían que aplazar planes por lluvia, nunca saldríamos de casa o del trabajo. No obstante, lo importante es llevar la ropa adecuada.
Sin embargo, también recomiendo el video a los que no están interesados en la naturaleza o actividades al aire libre. Cuando ves tanta belleza, te entran ganas de preservarla. Para mí, es un motivo de sentirme orgullosos de vivir y morir en este planeta.
Inspiración en las montañas nevadas Islandia
Cuando estoy en estos lugares remotos siempre extraigo reflexiones. Universo, perdóname por quejarme y gracias por darme la oportunidad de luchar. Si puedo luchar, lo puedo todo. Al día siguiente lo vuelvo a intentar. Es una táctica que nunca falla. Aunque claro, hay que currar un montón. ¿De dónde saco la energía? Pues es un pez que se muerde la cola. Del contacto con la naturaleza y practicar yoga y meditación.
La montaña Naustahvilft o la silla del trol
A propósito, la montaña que escalamos se llama Naustahvilft. Está en Isafjordur, la capital de los fiordos del oeste. Desde abajo, parece muy escarpada, pero se sube con relativa facilidad.
No os olvidéis del equipamiento adecuado. Y de alquilar un buen coche. Recomiendo AVIS Islandia.
El ascenso es de 225m, un poco desafiante con nieve, pero muy divertido. A veces, metes la pierna hasta la rodilla y esas cosas, pero la aventura es la aventura.
Los niños subieron hasta arriba y firmaron el libro. ¿Sabíais que arriba hay un libro de visitas bien envuelto?
A la montaña Naustahvilft la llaman la poltrona del trol. De hecho, la concavidad del centro, se produjo por una pisada de una de esas criaturas, muy típicas de Islandia. A propósito, dentro de poco saldrán a la luz los 13 troles de la Navidad. ¿No conoces la tradición?
Escalada en hielo en Isafjordur
Aquí, cuando hay más nieve (el video es de finales de octubre), se practica esquí y escalada de hielo en las paredes de tono azulado que se ven al fondo.
¿Una pista de aterrizaje de Ísafjordur?
En segundo lugar, el curioso aeropuerto de Isafjordur, una linea entre las dos montañas. En invierno, con temporal, es una utopía aterrizar aquí.
Las casas de pescadores en Ósvör
Al día siguiente, fuimos a visitar una antigua casa de pescadores en Bolungarvík. Las condiciones en las que vivían esos hombres era increíble.
Antes de que la empresa 66 North trajera a Islandia los impermeables de plástico (1920), se usaban pieles de oveja. Por supuesto, acababan empapados.
Traían el pescado y lo trabajaban durante días. El proceso era completo. En resumen: cortarlo, limpiarlo, salarlo y guardarlo.
Dormían en la parte de arriba de la casa, dos en cada cama y sin más calefacción que una pequeña estufa de carbón. A veces, hacía tanto frío que el hielo traspasaba las paredes de piedra.
Y lo más osado era cuando iban en una barca pequeña hasta Groenlandia a pescar durante 4 días. Los tripulantes dormían en el barco con los remos y el pescado. Ciertamente, la vida en Islandia antes del Plan Marshall (1948) era terrible. Cómo ha cambiado este país. En la actualidad, son ellos los que tienen dinero y compran la cuota de pesca a Namibia. ¡Vaya escándalo!
Tiburones en Islandia
Los tiburones siempre han estado presente en aguas islandesas. Sin embargo, la carne de tiburón nunca ha tenido buena fama. Incluso en aquella época a finales del siglo XIX, solo usaban el hígado por el aceite (Lýsi) que servía para iluminar farolas en Europa. Cuentan que lo metían en barriles y volvían de otros países llenos de ron. El resto lo tiraban, pobre bicho. O se hacían calcetines con la basta piel.
En Ósvör se puede entrar a todas las casas que dan a la pequeña cala. La vista es increíble. Un tipo vestido de marinero da las explicaciones. El interior es una especie de museo. Solo abierto en verano.
Montañas nevadas Islandia es otro artículo de Jordi Pujolá
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