Kristinn R Ólafsson entrevista del escritor Jordi Pujolá. Y con el soporte de Icelandic Mountain Guides. 15 % de descuento en las excursiones usando código JORDI20.
Además, traducción en inglés.
Para empezar, mira todo lo que puedes hacer en Islandia. Verano e invierno.
Aquí en Islandia todo funciona con enchufes, has tener un primo o algo. Es la impresión que me queda tras hablar con el genial Kristinn R Ólafsson.
Tanto en España como Islandia nos encantan los chistes verdes y hablar mal del prójimo
La entrevista Kristinn R Ólafsson forma parte del proyecto La Contra Islandia que pone en contacto las culturas española e islandesa.
En primer lugar, Kristinn R Ólafsson ejerció de islandés en Madrid porque vivió en España más de 30 años.
Este oriundo de las Islas Vestman o Islas Vestamannaeyjar que cita a Cervantes con precisión y ha traducido a Camilo José Cela se considera un híbrido de las dos culturas. Por supuesto, aquí en Islandia todo el mundo lo identifica como el hombre de la radio que explicaba lo que pasaba en España.
De esa manera, Kristinn R Ólafsson nos cuenta en esta entrevista las similitudes entre españoles e islandeses en tono jocoso.
Con Kristinn R Ólafsson entrevista
«A los islandeses nos denominan los latinos del norte, por eso tenemos muchas cosas en común con los españoles. Por ejemplo, el sentido del humor. Nos encantan los chistes verdes y hablar mal del prójimo», (ríe).
Al respecto, si lo reconocéis por la calle, su nombre se pronuncia Kristen (aproximadamente). ¡De lo contrario os estaréis refiriendo al mismo nombre, pero de mujer!
«Sí, fue una de mis cruces en España, esa confusión de género (risas). Me llamaban preguntando por la señora Kristinn o recibía cartas destinadas a la Señorita, Señora o Doña Kristinn… Al final, opté por autodefinirme como “transexual epistolar”» (risotada)».
Entre muchas otras lenguas, habla español de manera impecable (con un arsenal de expresiones coloquiales).
Cuando llegó a España solo sabía decir sí, no, cierra la boca y contar hasta cinco
Asimismo, Kristinn R Ólafsson canta mientras habla, al estilo de los trovadores que antes de que se escribiesen las Sagas las recitaban de generación en generación.
Por cierto, si vais al recomendable museo dedicado al asentamiento de los vikingos en Borgarnes, él grabó la visita guiada en castellano dándole su toque de humor. Por que, dicho sea de paso, Kristinn es tan salado como el típico parroquiano que te encuentras en el bar al hacer el aperitivo.
También ha locutado para el Museo de las Sagas en Reykjavik.
Además, se puede escuchar su voz en castellano en su página de Soundcloud, donde tiene crónicas y cuentos populares islandeses en español.
Kristinn R Ólafsson entrevista en Kaffi Stofan
Me citó en Kaffi Stofan, una casa de madera y decoración antigua. Nos sentamos en unos sofás desvencijados de la segunda planta con vistas al centro de Reykjavik. Es un lugar acogedor en el que puedes llevar el ordenador y tomar un buen café (recomiendo tarta de zanahoria). El único ruido que te puede desconcentrar es la máquina de los expresos.
«Cuando llegué a Barcelona en 1974 para estudiar español en la Universidad, solo sabía decir sí, no y contar hasta cinco.
A pesar de iba más a los bares que a clase, aprendí bastante rápido. Nunca pedí préstamos de estudiante, todos los veranos regresaba a Islandia a trabajar».
Me hice madrileño, pero siempre con ese énfasis en lo islandés
«En Barcelona conocí a una chica de Madrid y al finales de 1977 me mudé a Madrid. Nos casamos y me hice madrileño, pero siempre con ese énfasis en lo islandés, aunque totalmente integrado. Es una buena mezcla, ser dos cosas a la vez, de dos culturas. Volví a Reykjavik en el 2012».
En otro orden de cosas, yo no tengo la memoria prodigiosa de Kristinn R. Ólafsson. No obstante, me acuerdo de que el día que lo conocí (2013) había caído una tormenta de nieve copiosa y los dos habíamos ido en bicicleta. Fue el primero que me aconsejó ponerle ruedas de clavos: «Irás más seguro con ellas que andando». Por consiguiente, ese consejo me ha salvado de muchas caídas en el hielo.
¿A qué se dedica Kristinn R Ólafsson?
Kristinn es escritor, traductor (más de 20 obras), profesor de inglés, periodista, guía turístico, maestro…, pero autodidacta en todo.
«Soy un freelance de la vida y tengo imán para trabajos conectados con España e Islandia. A veces estoy en un país extranjero por primera vez y otros turistas me paran para preguntarme por una calle».
Asimismo, Kristinn es un explorador, un aventurero, el intrépido… También, por la barba y la melena, me recuerda un poco a Hemingway.
Kristinn R Ólafsson entrevista. ¿Cómo empezaste a ejercer de periodista en Madrid?
«Cosas muy islandesas: un amigo mío conoce al entonces famoso periodista deportivo Hemmi Gunn y, después del robo al Banco Central en Barcelona de 1981 (esto lo dice con marchamo de locutor de partidos de fútbol), me llaman de RUV (radio y televisión islandesa) para repasar la prensa española y dar una nota prensa. Luego llego la intoxicación por el aceite de colza, el Mundial de 1982…».
¿Cómo son los españoles?
«Ya sé que muchos islandeses se asombran de que todas las tiendas estén cerradas a pleno día por la siesta. No obstante, yo creo que es necesaria y saludable (tal como decía Cela, en pijama y con orinal) cuando el calor no permite salir a la calle.
Por el contrario, si pienso que España debería regular mejor los horarios laborales. Que se pondere el presentismo sobre el rendimiento perjudica la vida familiar».
La mejor forma de conocer a un islandés o una islandesa es emborracharse
«En general, los islandeses tienen fama de ser reservados, pero también de abiertos y afables una vez roto el cascarón. La mejor forma de conocer a un islandés o una islandesa es emborracharse con la persona en cuestión (risa), aunque es una forma bastante costosa si se hace en un bar, porque aquí el alcohol cuesta un ojo de la cara.
Cervantes decía que Islandia tenía gente, rústica y medio bárbara
Tal vez a la etiqueta islandesa le falta algo de esa fineza que podríamos llamar urbanidad. Cervantes escribía en su novela Los trabajos de Persiles y Sigimunda – historia septentrional sobre las islas del norte, entre ellas Islanda, como la llamaba, y decía que esas islas tenían gente, rústica y medio bárbara, de poca urbanidad y de corazones duros e insolentes. Y eso de la falta de urbanidad, quizás, sea verdad todavía aquí en Islandia. No es que seamos unos brutos, pero la misma lengua carece de algunos mecanismos de urbanidad… Esas finezas y actitudes sociales que se adquieren en urbes más antiguas que Reykjavik, si es que podemos llamar urbe a Reykjavik.
Al regresar a Islandia, había comportamientos que me dejaban patidifuso
Por ejemplo, entrabas en el ascensor y nadie decía nada. En mi finca yo no podía soportar ese silencio tedioso y empecé a saludar o a hablar del tiempo como los españoles. ¡Y dio resultado!
Hoy en día, todavía me pasa que al salir de una tienda, no sé exactamente qué decir. Entonces digo gracias o adiós, ¡pero en Islandia lo más normal es largarse a la francesa! (risas).
Otro ejemplo es una cosa que me pasó hace algunos años. Había entrado en una librería aquí en Reykjavik, y en eso que salgo por la puerta trasera, sube un hombre por la escalera por fuera. La puerta se abría para dentro, así que sujeto —como es natural— para que dicho señor pueda entrar, pero el tío ¡ni me mira! Entonces no me aguanto, me doy la vuelta con el puño en alto y le grito indignado: ¡Se dice gracias! Me miró como si estuviera loco (más risas)».
Kristinn R Ólafsson la entrevista
Dime algunas características de los islandeses.
«Primero, no somos puntuales ni previsores.
Segundo, no contestamos a los e-mails ni las cartas.
Tercero, siempre guardamos el recurso del Þetta reddast o ya se arreglará solo.
Cuarto, aquí todos somos primos, así que el enchufismo funciona todavía mejor que en España».
¿En qué proyecto estás embarcado ahora?
«Compré un libro de forma clandestina en Cuba (Trilogía sucia de la Habana de Pedro Juan Gutiérrez). Me gustó tanto que decidí traducirlo al islandés por mi cuenta, porque me parecía que describía muy bien el ambiente del Centro Habana y los difíciles años 90 de la Época Especial en Cuba, tras la caída de la Unión Soviética. En resumen, me costó mucho encontrar una editorial que tuviera los cojones de publicarla (Sæmundur) porque del realismo sucio no hay antecedentes en Islandia y es una obra que va a contracorriente de los que hoy en día se considera políticamente correcto en Islandia, con ese acento en el machismo que tiene la obra, muy característico del Caribe —precisamente el autor me comentó en La Habana en noviembre pasado que resaltaba el machismo caribeño para denunciarlo—. Además, la obra está llena de sexualidad muy física y hasta maloliente».
¡Aquí solo se habla de jodienda!
A saber, una lectora me espetó: «Oiga, llevo 100 páginas leídas y aquí solo se habla de jodienda» (risas).
Con todo, está teniendo buena acogida y el diario Morgunblaðið lo ha puntuado con cuatro estrellas sobre cinco.
Ahora estoy traduciendo al español, en colaboración con mi hija Alda Ólafsson Álvarez, una novela negra que se llama Ceguera de nieve (título provisional) de Ragnar Jónasson que está teniendo mucho éxito en varios países. Seix Barral tiene intención de publicarla en España en otoño, y será el primero en una serie del mismo autor».
¿Qué autores te gustan de Islandia?
- Islandeses: algunos libros de Thór Vilhjálmsson, como Arde el musgo gris. Me fascinaron en su día obras suyas como Fljótt fljótt sagði fuglinn (Rápido rápido dijo el pájaro), novela que recuerdo como llena de esa luz mediterránea que al final me atrajo tanto. También varias obras de Halldór Laxness, algún que otro libro de Arnaldur Indridason. También me gusta Hallgrímur Helgason, Auður Jónsdóttir y mi amigo Árni Þórarinsson (Thórarinsson) al que tuve el honor y placer de traducir al español hace algunos años, es decir su novela negra Domador de insectos.
¿Qué autores te gustan de España?
- En español: los que he traducido como La familia de Pascual Duarte y La colmena de Camilo José Cela. También La tabla de Flandes y El Club Dumas de Arturo Pérez-Reverte. Asimismo, me gustan algunas obras de españoles como Antonio Muñoz Molina, Eduardo Mendoza, Rosa Montero, Javier Marías… Así como, por ejemplo, del argentino Tomás Eloy Martínez, sin olvidar al “amigo de Islandia” Jorge Luis Borges… Y, por supuesto, Cervantes, porque me sigue encantando El Quijote, del que robé alguna que otra frase o palabra cuando traduje al español mi novelita Fjölmóðs saga föðurbetrungs que salió en RBA con el título La saga de Fiólmod el Intrépido, escrita originalmente en una especie de islandés antiguo y por lo tanto había que buscar algo parecido en español. Me parecía demasiado remontarme al Mío Cid, así que me fui a Cervantes.
Para finalizar, Preguntas Frecuentes Islandia.
Kristinn R Ólafsson entrevista es otro artículo de Jordi Pujolá, escritor español en Islandia.
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