Fiordos Este Islandia Egilsstadir es un artículo del escritor español en Islandia Jordi Pujolà.
Para empezar, mira todo lo que puedes hacer en Islandia, te sorprenderás.
Los Fiordos Este Islandia Egilsstadir
En primer lugar, esta crónica relata la primera de las cinco etapas de la excursión de cinco días, durmiendo en cuatro albergues diferentes. Por cierto, el tour se llama Caminata en el fin del mundo.
No obstante, si quieres visitar el este en carretera, debes mirar este enlace.
Formación de los Fiordos Este Islandia
A modo de introducción, la parte oeste y este son las más antiguas de Islandia. Como ya sabéis, la isla se formó 70 millones de años atrás debido a una explosión volcánica submarina y quedó asentada sobre la Dorsal Mesoátlantica. Hoy en día, el magma que procede del centro de la Tierra sigue fluyendo y, por lo tanto, Islandia sigue creciendo. Las placas tectónicas Norteamericana y Euroasiática se separan a razón de unos 2 cm al año.
A propósito, recomiendo visitar el Parque Nacional Þingvellir (y el resto del Círculo Dorado) donde, aparte de ver el Parlamento más antiguo de Europa —aquí se reunían los vikingos—, es visible la grieta que literalmente parte la Tierra y el fondo marino en dos.
Senderismo en Islandia
En segundo lugar, una de las mejores actividades para vivir Islandia a fondo y guardar un recuerdo único es el senderismo. Siempre lo digo, andando te internas entre volcanes, glaciares y accedes a valles, cataratas, bahías y fiordos a los que ningún coche puede llegar.
Asimismo, pensad que el 70% de Islandia es inhabitable y salvaje, aunque la mayor parte (en verano) se puede visitar. Y os aseguro que estas zonas son las más atractivas y no se hallan en la Carretera Nº 1.
Hace unos años hice la travesía de Landmannalaugar y quedé fascinado. No obstante, la zona Fiordos Este Islandia Egilsstadir es mucho más virgen. Apenas encuentras a gente, las ovejas campan a su aire y hay mucho más espacio en los albergues.
En definitiva, cuando el aeropuerto de Egilsstadir opere a mayor escala, se producirá un trasvase de turistas a esta zona. Pero hasta el momento, hay que aprovechar este remoto paraíso.
Transporte Egilsstadir
Tercero, se puede ir a Egilsstadir en avión, en vuelo local desde Reykjavik (operado por Flugfélag Íslands); pero también en coche.
Asimismo, sugiero alquilar un coche, devolverlo en la estación de Egilsstadir y empezar la caminata. También hay autobús, encontrarás más datos en las 10 recomendaciones para viajar a Islandia.
En otro orden de cosas, lo bueno de estos viajes es que desconectas durante cinco días de la civilización. En las montañas no hay cobertura ni en los albergues wi-fi, y no gastas dinero ni sacas la tarjeta de crédito para nada porque todo está incluido (guía, transporte en el este, comida, alojamiento…).
Caminata Fiordos Este Islandia Egilsstadir
En resumen, se recorren a pie unos 75 km, se alcanza una cota máxima de 800 metros de altitud y 65º de latitud.
La caminata empieza en las montañas colindantes con Borgarfjordur Eystri (Borgafjörður), en Vatnsskard, y acaba en Seydisfjordur (Seyðisfjörður) (de norte a sur).
La altitud permite una vista panorámica de los desconocidos fiordos y desoladas bahías del este. Normalmente, en verano, hace buen tiempo y hay infinidad de rutas que combinar. Se caminan unas 6 o 8 horas diarias. Hay que estar un poco en forma, pero el ritmo es relajado, se disfruta del paisaje, se toma infinidad de fotos y periódicamente se descansa y se come. Puedes devorar el chocolate y galletas que quieras porque todas las calorías se queman.
Primera etapa Vatnsskarð-Stóruð
Estábamos a 17 de julio. Hacía mal tiempo en toda Islandia, el verano se retrasaba, tal como había hecho el invierno. Sin embargo, al aterrizar en Egilsstadir, el sol lucía en lo más alto y apenas nos abandonó en cinco días, excepto cuando nos abordó la niebla, que también es típica de este territorio (y es fascinante).
Los renos del este de Islandia
También es una área popular por la caza del reno, especie que se importó de Noruega en el siglo XVIII. El primer intento en los fiordos del oeste fue fallido, los renos no se adaptaron a la orografía, excesivamente escarpada. En cambio, en la zona este Islandia, han encontrado su habitat definitivo y viven salvajes en manadas de más de doscientos.
Os aseguro que ver a los renos descender a la costa, de madrugada, es una bendición.
Itinerario primera etapa
Tras bajar del avión, un chófer de Icelandic Mountain Guides nos recibió en el aeropuerto y cargó todo el equipaje (no hay que traer maleta, sino bolsa de viaje; lee el post de la ropa que hay que llevar a Islandia) y yo aproveché para ponerme crema solar y leer algunos libros en el autocar. Sin embargo, tras abandonar la ciudad Egilsstadir (pueblo), dejar de mirar por la ventana era tarea difícil. A un lado y a otro se veían montañas verdes pero sin árboles, granjas con heno recolectado para el invierno, caballos al galope con sus crías, ríos caudalosos…
Tras varios kilómetros de ascenso por una carretera de grava, el autocar se detuvo frente a un estanque, que reflejaba las nubes como un espejo, y una montaña alta y pedregosa. A la espalda (dirección norte) quedaba la costa, podía ver el ribete blanco del mar sobre la arena negra, y los picos nevados.
La guía dijo: «aquí empieza el fin del mundo» y nos bajamos con ella. Vi como nuestro autocar se alejaba levantando una polvareda con cierta inquietud, la típica al principio del viaje. Desde este instante, el conductor transporta todo el equipaje pesado de un albergue a otro y los clientes cargamos solo con la mochila en la que llevamos ropa impermeable, crema solar…
Fiordos este Islandia
Estábamos a quince grados, pero el primer ascenso nos hizo entrar en calor. ¡Afuera la primera capa de ropa!
Las ovejas esperaron a que subiéramos al cerro, lleno de guijarros, para salir corriendo (mirad el vídeo). Se pueden tocar las nubes con los dedos. Abajo la carretera era solo un hilo, los vehículos parecían juguetes y se apreciaban los meandros del río.
Al este, apareció la bahía de Njardvik (Njarðvík) majestuosa y, en lo alto, nos recibieron las cumbres nevadas de Dyrfjoll (Dýrfjöll). El terreno pasa de marrón a verde en pocos minutos. En definitiva, nos adentramos en el corazón de Islandia.
El valle de Stóruð Fiordos Este Islandia
Tras rodear las montañas se llega a un pequeño y oculto oasis de agua azul turquesa y belleza indescriptible. Después se desciende al valle de Stóruð, que desemboca en un prado verde iridiscente. Aquí hay un pequeño lago donde es posible bañarse y acceder a una cueva. En la explanada hay un libro donde los miembros de la expedición escribimos nuestros nombres.
La montaña Dyrfjoll en los Fiordos Este Islandia
Luego, tomamos una nueva ruta para ir al punto de encuentro con el chófer. Desde aquí se ve la montaña Dyrfjoll de frente, que literalmente significa Montaña Puerta. En la foto podéis ver la hendidura que se abre en el centro de la cordillera de cumbres nevadas. Las nubes le dan un aspecto impresionante y fantasmagórico. También cruzamos un par de ríos (mirad las fotos).
Regreso al pueblo de Bakkagerdi (Bakkagerði)
Al final, tras 18 km y más de 6 horas de viaje, el conductor nos recogió y nos trasladó al primer albergue situado en el pueblo de Bakkagerdi, famoso por los frailecillos, que veríamos al día siguiente.
Después de la cena, bacalao fresco con salsa de puerros y queso fresco, fuimos al spa del hostal Blábjorg y nos metimos en los jacuzzies al aire libre que miran al fiordo. También se pueden comprar cervezas. Nos dimos un baño relajante y más tarde fuimos a dormir a nuestro albergue que era acogedor como una casa privada.
Adicionalmente, preguntas frecuentes sobre Islandia
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Para continuar, la segunda etapa del viaje con los frailecillos sigue en este enlace.
Fiordos Este Islandia Egilsstadir es un artículo del escritor español en Islandia Jordi Pujolà.
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