Viaje Djúpivogur Egillstaðir es un artículo del escritor Jordi Pujolá. Con el apoyo de Avis Budget Islandia y Icelandic Mountain Guides.
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Continúa mi viaje por Islandia en carretera. y sigue el recorrido desde el principio.
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Mágivo viaje Djúpivogur Egillstaðir
Tercer día de viaje por la Ring Road de Islandia.
De Djúpivogur a Egillstaðir (capital del este de Islandia) hay solo 85 km. Se pueden hacer en 1,30 h en coche (de la Cta. 1 a la 939 y 95). Pero por supuesto, tardamos más más porque hicimos unas cuantas paradas.
Por cierto, a mediados de junio (2019) todavía hay nieve en las castigadas montañas del este.
Un pueblo llamado Djúpivogur
A modo de introducción, Djúpivogur es un pequeño pueblo de los fiordos del sureste que ha sido declarado Citta Slow. Por lo tanto, consumen solo productos locales de forma más ecológica. Y sin prisas. A pesar de tener la mala costumbre de usar el coche para ir a la esquina de al lado.
Tras un excelso desayuno en la casa del alcalde de Djúpivogur, situada a las afueras, fuimos a visitar el pueblo.
Eggin í Gleðivík
En primer lugar, vimos la colección de 34 huevos de granito (importados de China) al aire libre del artista islandés Sigurður Guðmundsson. Situada junto a la costa a 1 km del centro.
Museo de minerales de Djúpivogur
En segundo lugar, fuimos el taller con exposición de minerales de Auðunn (Steinasafn Auðums).
Se trata de un taller tienda con exposición en el altillo. Auðunn talla las piedras de forma transversal y pule la superficie durante semanas para que se puedan ver los extraños colores internos.
Aunque las instalaciones son modestas, el artesano posee gran conocimiento en la materia.
Exposición de Vilmundur Þórgrímsson
En tercer lugar, fuimos a una villa antigua con jardín (Vikurland 7) en la que hay otra exposición- tienda de piedras, joyas, amuletos, souvenirs… Vilmindur Þórgímsson tiene un colmillo de ballena enorme, el esqueleto de un perro y cosas así.
Al dejar el coche en el aparcamiento de gravilla, da la bienvenida un perro ladrando.
El taller está situado en una construcción precaria de techo bajo y poca luz. A pesar de todo, el artista (con muleta) es simpático y conoce a la perfección el alfabeto rúnico, los símbolos y materiales que utiliza.
A propósito, compré un colgante de cuerno de reno (el animal típico del este de Islandia) para mi cuñado. Me aseguró que no se había matado al animal (mudan cornamenta anualmente) puesto que eso transmitiría mala energía.
En resumen, cuenta con 3 marcas de energía y círculo para que no escape.
Asimismo, vende minerales y todo tipo de artesanía y orfebrería. La exposición es interesante y divertida. Ah, y el perro te sigue a todas partes.
Visita a la granja Teigarhorn
En cuarto lugar, la granja museo Teigarhorn de Djúpivogur (1880).
Es una casa de madera oscura junto al acantilado donde las gaviotas vuelan en círculos y atronan. Aquí se encuentra una gran variedad de rocas ceolitas.
Sin embargo, la historia de la familia que vivía aquí es algo dramática.
De los 14 hijos, 4 murieron en el naufragio de un barco que se encontraba a pocas millas de la costa.
La segunda esposa del granjero Niels Weywadt (1814-1883) era fotógrafa y utilizaba una zona forrada de tela asfáltica (poco habitual en la época) como estudio. Una de las hijas, Nicoline Weywadt, fue una de las fotógrafas más importantes de Islandia.
En otro orden de cosas, merece la pena pasear por los alrededores. Espectacular vista al mar, montañas, prado inmenso y pequeña cala. Además, es una zona protegida donde anidan los patos en verano.
Tienda Geislar
En quinto lugar, la tienda Geislar. El matrimonio de artesanos se trasladaron de Reykjavik y están encantados de vivir en el campo rodeados de ovejas y prados.
Geislar es la marca de manufacturas que reproducen simbología pagana en todo tipo de objetos: velas, marcos, libros, vasos, cerámica… En conclusión, puedes adquirir un recuerdo bonito y original.
Viaje Djúpivogur Egillstaðir, Café y hostal Havari
Sexto, el café y hostal Havari. Por cierto, es propiedad del famoso cantante del grupo Prins Polo, Svavar Pétur Eysteinsson.
Siempre actúa con una corona de papel. Además, Prins Póló es una chocolatina de origen polaco muy popular en Islandia. Os recomiendo probarla.
Os recomiendo el café latte y unas tartas caseras deliciosas.
Más tarde, por la carretera, nos acompañaban las siniestras formas de las montañas del este de Islandia con sus laderas derrumbadas y relieves de rostros monstruosos.
Viveros de salmón en los fiordos del este
Asimismo, ver los viveros de salmón en los fiordos es una maravilla.
Viaje Djúpivogur Egillstaðir, el faro de Streitisviti
En séptimo lugar, siento fascinación por los faros. ¿Y vosotros?
Especialmente en Islandia donde siempre se tienen que reconstruir debido a las condiciones meteorológicas extremas.
Llegada a Egillstaðir
Y por último, tras ver unas cuantas ovejas con sus crías más por la carretera y nubes bajas que descendían de las montañas a toda velocidad, llegamos a la capital del este de Islandia.
Todavía nos dio tiempo de comprar víveres para la casa de verano (nuestro centro de operaciones) en Nettó.
No obstante, no teníamos ganas de cocinar y nos comimos una hamburguesa con beicon, queso y patatas fritas en la gasolinera N1.
A continuación, siguiente etapa de viaje por Islandia.
Viaje Djúpivogur Egillstaðir es un artículo del escritor español en Islandia, Jordi Pujolá.
Para finalizar, preguntas frecuentes Islandia.
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